El Islam blanco y verde

JUANMA FERNÁNDEZ

EL ISLAM BLANCO Y VERDE

UN ESTUDIO ESQUEMATIZADO: DEL SIGLO VIII A 1981. ORIGEN MAHOMETANO EN LA BANDERA OFICIAL DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA ANDALUZA.

Esta semana, con motivo del llamado Día de Andalucía, tanto en colegios públicos como privados -la manipulación no entiende de poder adquisitivo- contemplaremos un singular panorama de desayunos molineros entre banderas blanquiverdes e himnos que piden el levantamiento de los andaluces para conseguir la libertad. El Parlamento de Andalucía, asociaciones, partidos y ayuntamientos locales celebrarán engreídamente cientos de actos institucionales donde escucharemos una repetitiva verborrea en torno a la supuesta patria andaluza y su hipotético padre, Blas Infante; principal responsable de idear la -actualmente impuesta- bandera de Andalucía; además fue quien explicó -para justificar la elección de estos dos colores- que el estandarte de la dinastía andalusí de los Omeyas era verde y representa la convocatoria del pueblo, mientras que el blanco simboliza el perdón entre el pueblo almohade.

Desde 1978 se nos intenta hacer creer que no existe nada válido antes del Régimen y que no habrá nada después; de este modo muchos jóvenes creen realmente vivir en el mejor momento de nuestra historia, rechazando todo proyecto alternativo de futuro o posibilidad de replantear el sistema actual.

La bandera de Andalucía –por refrescar datos- adquirió valor institucional al ser refrendada por el Estatuto de Autonomía de 1981: “La Bandera de Andalucía es la tradicional formada por tres franjas horizontales -verde, blanca y verde- de igual anchura, tal como fue aprobada en la Asamblea de Ronda en 1918”. Desde entonces los andaluces de menor edad, manipulados por el incipiente nacionalismo, ven la bandera de nuevo cuño adoptada por su comunidad autónoma como una herencia recibida y honrada por sus mayores, pero nada más lejos de la realidad; se trata del estandarte contra el que combatieron sus antepasados. Por no ver flamear al viento esta bandera bajo el cielo de Andalucía, el suelo que hoy pisamos fue regado por la misma sangre que en este preciso instante corre por nuestras venas.

Oímos una y otra vez que la historia la escriben los vencedores, pero no en España; aquí somos expertos en entregar la victoria al enemigo y renegar de nosotros mismos, como pretendiendo existir sin ser. «España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio…; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas. A este término vamos caminando más o menos apresuradamente, y ciego será quien no lo vea».1

La primera referencia escrita que se conserva de la actual bandera de Andalucía, es la del reinado de Al Mutasim de la taifa de Almería del año 1051. Los versos del poema de Abú Asbag Ibn Arqam son:

Una verde bandera
que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón, despliega sobre ti un ala de delicia,
que ella te asegure la felicidad
al concederte un espíritu triunfante”2

Con el objetivo de hacer un breve desarrollo cronológico, esquematizaremos la evolución de esta bandera musulmana.

En el 756 el emirato Omeya de Córdoba de Abderramán I adopta el estandarte blanco como distintivo ante el negro Abbasí:


En el 929 el Califato de Córdoba adopta la bandera verde y blanca del “águila de sable”:

En el 1051 podemos ver que la bandera de Al Mutasim de Almería es idéntica a la actualmente utilizada por la Comunidad Autónoma de Andalucía:

En el 1195 es una bandera blanquiverde la que ondea en la Giralda de Sevilla como celebración de la victoria andalusí frente a los cristianos en la batalla librada junto al castillo de Alarcos el
19 de Julio. Dicha contienda desestabilizó en todos los aspectos al Reino de Castilla dificultando, hasta Las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212), el legítimo avance de la Reconquista cristiana sobre la ocupación islámica.

En 1483 de las 22 banderas incautadas a Muhammad XII, conocido por los cristianos como Boabdil el Chico y último Sultán Nazarí de Granada, 18 de ellas son verdes y blancas. En algunas podemos ver lunas crecientes, símbolo del Islam cuyo origen parece remontarse al monograma de Tanit, semita del imperio romano que se islamizó. Para los creyentes musulmanes la luna creciente simboliza soberanía, concentración, franqueza, nobleza, victoria, y divinidad:

En 1521 se da en Sevilla el conocido como Motín del Pendón Verde, llamado así debido a que los amotinados, descendientes de moriscos, lanzaron piedras y todo tipo de objetos contundentes contra el ayuntamiento mientras enarbolaban una enseña blanquiverde que durante la reconquista había sido tomada a los almohades y guardada hasta entonces en la capilla bautismal de la parroquia Omnium Sanctorum:


En 1641, aprovechando la crisis del Imperio español, con la bandera blanquiverde y el macabro objetivo de autoproclamarse Rey de Andalucía, el Duque de Medina Sidonia, Gaspar Alonso Pérez de Guzmán, intenta liderar una rebelión expresamente independentista de los reinos andaluces de Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada contra el rey Felipe IV contando con el apoyo de Holanda y Francia; enemigos de España.

Entre La Gloriosa de 1868 y la Revolución Cantonalista de 1873 se utilizan diversas banderas en ocasiones uniendo al verde y blanco, el negro libertario y el rojo socialista; algunas de las mismas se presentan como posibles tanto en la Constitución Federal de Antequera de 1883 como en las asambleas andalucistas de Ronda y Córdoba. La más famosa es la levantada por la Comuna de Casares, verde y blanca:


En 1919 la Asamblea Regionalista de Córdoba aprueba como bandera para Andalucía la verde, blanca y verde, a franjas iguales, a instancia de la Asamblea Regionalista de Ronda un año antes:

En 1932, la Comisión organizadora de la Asamblea Regional de 1932 asume definitivamente la bandera de Andalucía con la combinación de los colores islámicos verde, blanco y verde una vez más a franjas iguales.

Lo que sigue ya fue contado al principio. Volvemos a hondear la bandera que cayó incapaz de frenar el avance cristiano. Frente al patriotismo, una vez más, «los nacionalismos surgen del resentimiento»3 pues se trata inequívocamente de una bandera levantada históricamente contra todo lo que España representa.

«Por motivo de discordia entre españoles cuando llega el momento de elegir un emblema, un símbolo, una enseña, una bandera, un lábaro que simbolice y retrate el alma y el genio de Andalucía se ha elegido la bandera blanca y verde. No saben los andaluces lo que esta bandera significa, se informa tan poco en la época de la información. La bandera blanca y verde, sabedlo bien andaluces, es una bandera islámica, coránica, mahometana. La bandera blanca y verde fue la bandera que enarbolaron los almohades y con ella derrotaron a los cristianos de Castilla en Alarcos, es la bandera que ondeó sobre la giralda hasta que años después, en las Navas de Tolosa, se volvió a recuperar el territorio perdido gracias al esfuerzo de los Reinos de Castilla, de Navarra y de Aragón, incluyendo el principado de Cataluña; es la bandera que levantaron los moriscos en su insurrección siglos después en las montañas de Granada y Almería. Pues bien, una bandera verde y blanca; una bandera mora, musulmana, islámica, coránica, anticristiana y anti castellana es el símbolo de Andalucía, que es la tierra española, castellana y de María Santísima»4

 

1 MENÉNDEZ PELAYO, M. (1946) “Historia de los heterodoxsos españoles”. Epílogo. Santander, España: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

2 La poésie en arabe classique au XI siècle. Ses aspects genèraux, ses principaux themes et sa valeur doumentaire, Henri Peres, Librairie d’Amerique et d’Orient, Paris, 1937. Consultable en edición de Hyperion, Madrid, 1983, pág. 353-354)

3 Gustavo Bueno citado por HERVAS, J. (2005) Autonomías ya: ensayo acerca de la amenaza de desintegración de Bolivia. P. 266. Editorial Fundación Nova.
4 PIÑAR LÓPEZ, B. Discurso de Blas Piñar López ante la numerosísima multitud sevillana, en una lluviosa mañana de los años de plomo.(No publicado)

BIBLIOGRAFÍA

-Historia de los heterodoxos españoles, Marcelino Menéndez Pelayo. Santander, 1880.

-La bandera en la historia, Enrique Iniesta Coullut-Valera.

-Autonomías ya: ensayo acerca de la amenaza de desintegración de Bolivia, Jorge Hervas. 2005.
-Blas Infante. Toda su verdad. Volumen II (1919-1933), Enrique Iniesta Coullaut-Valera. Granada, 2003.
-El Ideal Andaluz en la segunda república. La Asamblea Regional Andaluza de 1933, Manuel Hijano del Río y Manuel Ruiz Romero, Fundación Blas Infante. Sevilla, 1995.

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