JORGE GIL | Los actos relacionados con la memoria histórica son rellenados con las personas que cobran alguna de las múltiples subvenciones que se dan a cuenta de la misma. Pero a la inmensa mayoría del pueblo les da igual. Primero, porque tienen problemas inmediatos muchos más graves. Segundo, porque muchos españoles tienen ascendencias familiares de ambos bandos de la Guerra Civil. Y tercero, y sobre todo, porque eso ya es Historia de España, no política cotidiana como pretenden.
Sin embargo seguimos teniendo políticos incapaces de cumplir su famosa Constitución del 78. Y si no que me digan qué pasa con el derecho al trabajo y a la vivienda, consagrados en la misma. Es escandaloso que se arroguen una superioridad moral que no tienen, después de comprobar cómo los políticos y partidos del 78 han metido las manos en las arcas del Estado sin consideración, con miles de encausados y millones de euros robados y con una Justicia corta de presupuesto para que no tengan medios de investigar y juzgar todo lo que han robado y prevaricado. Y aún es más escandaloso que se arroguen esa superioridad moral cuando todavía no los he escuchado pedir perdón por los miles y miles de españoles asesinados por el Gobierno legal de la República.