Autor: Ángel Luis Robles

A nosotros nunca nos movió el odio. Por eso nuestros mejores hombres, los que se batían el cobre y se jugaban el pellejo hasta perderlo, en su mayoría, provenían de la CNT, del PCE y del PSOE. Porque sabemos dónde se encuentran las ansias revolucionarias de los Españoles. No en VOX, no en C’s, sino en los que han descubierto que este sistema nos roba. Es decir, NOS roba.

Ese sentimiento de pertenencia a un grupo, a una identidad, jamás desapareció del pueblo. Somos españoles y en lo más hondo nunca desapareció el sentimiento de los desheredados. Es hora de subrayárselo, de recordárselo insistentemente a quien más insistentemente ha deseado olvidarlo. Es hora de hacerles ver en lo más profundo de su ser qué son, porque no lo han olvidado, siempre queda un último rescoldo y por eso aún hoy hay esperanza.

Hay esperanza de que el pueblo tome conciencia. Poco a poco irá aumentando esa conciencia, quizás, por desgracia, por contraste con el otro, con el inmigrante. Hagámosles ver que somos españoles en positivo, que nuestra identidad no se justifica en el odio, sino en el amor. Busquemos al pueblo que aún odia (que odia a la derecha, que odia a la izquierda, que odia al inmigrante, que odia al hermano) y mostremos que somos una comunidad, no porque odiemos, sino porque amamos.

Aún se puede. Y en la Falange está, especialmente, el puesto para el que ha heredado el odio a España, aunque España se lo haya dado todo, y está dispuesto a sacudírselo. Busquemos en la izquierda a nuestros hermanos que nos odian, cuando nosotros les amamos. Porque ellos, especialmente ellos, están faltos de Patria, de Pan y de Justicia.